Uno de los problemas más demandados para la evaluación en el contexto forense es la valoración del presunto abuso sexual infantil en familias con padres separados, donde la denuncia se presenta contra alguno de los progenitores o pareja de ellos.
Estas acusaciones pueden tener un impacto casi inmediato en la formulación de nuevas medidas tanto civiles como penales. Como norma general se ponen en marcha medidas de protección cesando el contacto con el presunto autor de los delitos y formulando una orden de alejamiento.
Abuso Sexual Infantil
Si las acusaciones resultasen falsas se levantaría la orden de alejamiento y demás medidas de protección lo que probablemente llevaría a la otra parte de formular una demanda de modificación de las medidas civiles por el mero perjuicio causado y la situación de apego que hay podido ser afectada.
Gran parte de las falsas alegaciones sobre abusos sexuales infantiles (ASI) se incardinan en procedimientos contenciosos de familia, bien en el proceso de separación o divorcio o en el ejercicio de las visitas (Achimovich 2003:;Bernat, 2006;De Gregorio 2004; Echeburúa y Subijana, 2008; Fillia et al, 2005 INSPQ, 2016). En un estudio de 217-319 investigaciones sobre el maltrato en Canadá, aquellos que presentaron disputas de custodia infantil tuvieron significativamente más probabilidad que los casos en los que no existía disputa de custodia infantil de presentar alegaciones falsas. (Saini et al;2013).
En otro estudio de 7672 casos analizados por abuso, se encontró que del 35 % de las alegaciones no fundamentadas solo el 6% correspondían a falsas alegaciones de abuso sexual fabricadas intencionalmente (Trocmé y Bala, 2005).
Una de las mayores dificultades que existen en la valoración de abuso sexual infantil (ASI) es la falta de pruebas sólidas, como muestras físicas, lesiones evidentes por la agresión y la falta de testigos. Sin embargo, aparecen síntomas diferentes que pueden ser muy variados, desde problemas de ansiedad, falta de concentración y atención, problemas del sueño, pérdida de control de esfínteres y demás regresiones. El descenso en el rendimiento académico, problemas en las relaciones sociales también son frecuentes por lo que es probable que el niño haya asistido en algún tipo de psicoterapia antes de que se produzca la denuncia por abuso sexual infantil. No obstante, estos síntomas también pueden achacarse a otros problemas de adaptación, incluso puede generarse desde la conflictiva relación de los progenitores. Detectar y valorar pericialmente estos síntomas puede ser muy importante para la dirección letrada desarrollada por el abogado penalista.
Por esta misma razón, es primordial valorar una posible interferencia parental como el síndrome de Alienación Parental, que consiste programar al hijo contra el otro progenitor sin razones suficientemente graves que justifiquen lo rechazo. Cuando el síndrome es presente, el hijo da su propia contribución en la campaña de denigración del padre alienado. (Gardner2 y Gardner3).
Abusos Sexuales a menores
Los orígenes se presentan principalmente en la ansiedad y preocupación que sufre alguno de los progenitores tras la separación o divorcio al tener que repartir el tiempo con el niño entre los dos padres. En estos casos la preocupación puede traspasar al niño también, o generar cierta culpabilidad y dolor al tener que dejar a uno de sus padres. Esta ansiedad puede crecer en vez de desaparecer, y desencadenar finalmente un proceso de alienación. El proceso puedo ser consciente por parte del progenitor alienador o ser un proceso más sutil sin que esa parte lo haga de manera planificada. Por lo tanto, el progenitor alienador es frecuentemente una persona sobreprotectora, puede ser cegado por su rabia o espíritu de venganza por celos o por cólera. Se ve a menudo como una víctima, tratado injustamente y cruelmente por el otro progenitor, por lo que se quiere vengar y hacerle creer a sus hijos que el otro tiene toda la culpa justificando su pensamiento como una verdad absoluta. Muchas veces propagan que solo quieren que el niño sepa la verdad sin darse cuenta que únicamente expresan su propia verdad y punto de vista encubierto por el dolor y falta de resiliencia. A menudo utilizan las diferencias entre ellos como una carencia clara y perjudicial para el menor.
Esta situación no solo genera niños emocionalmente disfuncionales sino también crea problemas graves de conducta y adaptación en la edad adulta, como las diferentes adicciones y desordenes de ánimo. Eso se debe a la culpabilidad que con la edad y mayor consciencia crece en el niño y se ve obligado a afrontar el conflicto y tomar partida en ello formulando su opinión consciente. Además, como adulto más consciente puede darse cuenta de la manipulación que ha sido sometido, contemplándose como una víctima a la vez.
¿Cómo detectar un abuso sexual infantil falso y el síndrome de alienación parental?
Las investigaciones en validez de testimonio apuntan mayor credibilidad si:
- el abuso es revelado por el propio menor
- contempla datos espacio temporales concretos, detallados, al alcance de su comprensión con vocabulario y conocimiento propios a la edad
- expresa detalles superfluas e irrelevantes a la acusación
- contiene datos sensoriales, en un relato no estructurado, dispersa a lo largo del testimonio
- reconoce faltas de memoria o la no comprensión de algún dato, y se rectifica dentro de un relato lógico
- atribuye estados mentales y emocionales tanto al autor como de sí mismo
- el menor posee un conocimiento inusual sobre la sexualidad y lo exprés con sus propias palabras o como él lo entienda
- El progenitor denunciante se preocupa más por el bienestar del menor que por el castigo del otro
La reacción emocional con el tiempo puede ir disminuyéndose debido a la habituación en expresar lo ocurrido varias veces, mostrando cierto mecanismo en lo manifestado. También puede ser un mecanismo de defensa al distanciarse de lo ocurrido.
Los indicadores más comunes de falsos testimonios los presuntos abusos son revelados por alguno de los progenitores y se sitúa en un contexto familiar con alto grado de conflicto. Los testimonios falsos se caracterizan por:
- Centrarse en una mera descripción mecanizada y estructurada, suficiente para acusar al otro
- A menudo contienen expresiones que el menor no sabe explicar ni las entiende
- No aparecen síntomas de estigmatización ni culpabilidad
- No existe estrés postraumático tampoco
- Si aparecen estas características tenemos que sospechar de una posible alienación parental y examinar los ocho síntomas de Gardner. En la presencia de estos síntomas se puede descartar casi con total seguridad una posible abuso sexual. Entre estos síntomas se observa una campaña de denigración hacia el otro progenitor, con una justificación débil y poco consistente.
El menor percibe a los progenitores en términos absolutos, como malo y bueno.
El menor expresa que su pensamiento es independiente, es cruel con el otro progenitor y no muestra conflicto emocional ni culpa por acusar al progenitor, como tampoco síntomas de real abuso y/o maltrato. Se generan escenas prestados sobre vivencias del progenitor alienador, y a menudo extiende el rechazo hacia la familia extensa.
La mayoría de estos casos se descubre a través de una denuncia por abusos sexuales que tras el estudio resultan inciertos percatando la presencia de una alineación parental. No obstante, muchas veces tras confirmar los falsos abusos, se termina la intervención con el sobreseimiento de las causas y sin poner remedio para corregir la perversa triangulación de la familia.
En otros casos, se emprende un siguiente proceso civil de modificación de medidas llevando otros largos meses y deterioro en la familia.
Por esta misma razón la actuación responsable de los profesionales no solo debe descartar o confirmar el presunto abuso, sino daño un paso más en el proceso, ofrecer soluciones inmediatas y rápidas para restablecer el equilibrio. En estos casos, la coordinación de parentalidad puede ofrecer una ayuda tanto en la intervención como en la supervisión. No obstante, el cambio en las medidas civiles, modalidad de custodia y/o régimen de visitas es algo inminente que deberían recalcar en la misma valoración ofreciendo la solución que pueda trascender la valoración psicológica y afectar directamente las medidas civiles.
Szerena Majoros
Psicóloga Jurídica y Terapeuta en Resiliencia
Bibliografía:
Catalán Frías, M.J.: Concepto y Repercusiones psicológicas del abuso sexual infantil.
Cárdenas,E.J. (2000)El abuso de la denuncia del abuso. Diario judicial la ley 15 de septiembre
(pp.12.)Buenos Aires
Carié, M. Casany, R., Domínguez, R., Gamero, M., García, C., González M, Pastor, C., (2205) Análisis descriptivo de las características asociadas al SAP. Psicopatología clínica Legal y
forense, 5, 5-29
Echeburúa, E., y Subijana, i.j. (2008) Guía de buena práctica psicológica en tratamiento judicial de
los niños abusados sexualmente. Internacional Journal of Psychology,3, 733-749.
Peritaje abusos sexuales en Valencia y Madrid
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